El domingo pasado por la mañana íbamos de paseo con Inés y Jimena (mis sobrinas de 2 años). Cuando al cruzar la calle descubrieron el MUSAC se soltaron de la mano y empezaron a correr y saltar contentísimas mientras gritaban: -¡azul!, ¡rojo!, ¡verde!...
Es la magia de los colores, solo por estar alegran la vida de quien los ve : )