Tengo una casa en la luna.
Solo puedo ir siete días al mes, porque mi casa está en la luna menguante.
La luna llena inunda la casa de luz y no se puede estar. Cuando hay luna nueva la casa es transparente y no la encuentro. Cuando la luna crece no tengo casa.
Allí tengo tres estrellas y cinco árboles y me encanta tumbarme a pensar debajo de ellos. Pero lo que más me gusta es montarme a caballo sobre la luna, bien agarrada y con las trenzas flotando (el pelo flota en la luna) y mirar lo bonita que es la tierra, también cuando se ve desde tan lejos
No hay comentarios:
Publicar un comentario